Es difícil precisar con exactitud que resultaba tan amenazador en aquellos ojos, pero creo que tenía que ver con su inexpresibidad, su falta de compromiso, como si lo vieran todo y nada al mismo tiempo.
Aquella mirada revelaba tan poco, que en ningún momento supe lo que pensaba.
Sus ojos eran demasiado pacientes, demasiado expertos en sugerir indiferencia pese a que estaban alerta, implacablemente alerta, como si hubieran sido entrenados para hacerte sentir incomodo, para hacerte consciente de tus fallos y transgresiones, para hacer que te revolvieras dentro de tu piel...
Aquella mirada revelaba tan poco, que en ningún momento supe lo que pensaba.
Sus ojos eran demasiado pacientes, demasiado expertos en sugerir indiferencia pese a que estaban alerta, implacablemente alerta, como si hubieran sido entrenados para hacerte sentir incomodo, para hacerte consciente de tus fallos y transgresiones, para hacer que te revolvieras dentro de tu piel...